lunes, 25 de junio de 2018

A TRAVÉS DE LA CORTINILLA 35

La fiesta de Sant Joan en Menorca se remonta a siete siglos de antigüedad.
La tradición, según una leyenda, comenzó con una romería de un grupo de obreros que a lomos de sus caballos recorrían el camino de Ciutadella a la ermita de Sant Joan de Missa, recogiendo donativos.
Hoy son los Caixers (jinetes) los que recorren en caballos las calles y plazas de Ciutadella y otras poblaciones de Menorca. Sin embargo...  con otro significado.
Una de las características más significativas de la fiesta, es la representación de las distintas clases sociales.
El Caixer Senyor, representa a la nobleza, el Caixer Capellà al clero, los Caixers Pagesos, representan a los agricultores y los Caixers Menestrals a los artesanos.
Los actos más multitudinarios, son el "Caragol des Born", que consiste  en que los caballos con sus jinetes, recorren la plaza del Born, en el centro de Ciutadella, tres veces en medio del alborozado gentío que se arremolina alrededor de los caballos mientras los esbeltos equinos se alzan sobre sus patas traseras al son de la música interpretada por una orquesta y provocando la euforia de las miles de personas oriundas de la isla y foráneos venidos de cualquier parte del mundo.  
Al atardecer, los Caixers vuelven a levantar el júbilo de la multitud, en esta ocasión en una gran explanada en el puerto de Ciutadella. 
Son Els Jocs des Pla, una competición de etilo medieval que nuevamente los jinetes demuestran sus habilidades a lomos de estos magníficos caballos de raza menorquina. 
Los juegos consisten en ensartar un aro de dimensiones reducidas galopando con una lanza en medio de un peligroso pasillo abierto entre la entusiasmada muchedumbre. 
Romper una careta a golpes de una piedra, mientras dos jinetes cabalgan al galope paralelamente.
Una vez esparcidos los pedazos de la careta por la arena de la plaza, la gente enloquecida intenta conseguir algún trozo convertido en un gran trofeo.
Los juegos terminan galopando los jinetes de dos en dos y abrazándose entre los aplausos del público.
Una gran fiesta popular y participativa.



miércoles, 13 de junio de 2018

A TRAVÉS DE LA CORTINILLA 34


Menorca es la isla más oriental del archipiélago balear y todo él está bañado por el Mar Mediterráneo.Menorca fue declarada en 1993, Reserva de Biosfera por la Unesco.Pero hoy, este blog ce centrará en la denominación de “L’illa dels set Fars” y concretamente en uno de los siete.El Far de Cavalleria, está situado en la costa norte, precisamente en el Cabo que lleva su propio nombre.Fue construido en 1857 y se considera el más antiguo de Menorca.La costa norte de la isla, es especialmente peligrosa y los vientos de la tramontana son violentos.Se calcula que durante la construcción del faro, se produjeron setecientos naufragios.Los sistemas de iluminación de estas torres resplandecidas, ha sido tan variadas como los años transcurridos.El combustible utilizado ha consistido desde aceite de oliva, petróleo, gas acetileno.. hasta llegar a la energía eléctrica y la energía solar.Gracias al sistema óptico, inventado por el físico e ingeniero francés, Agustín Fresnel, que consiste en un conjunto de prismas de cristal, amplifican la luz y permiten dirigirla hacia un punto concreto. Un lugar precioso lugar para visitar. Con excelentes vistas del norte de la isla. En el interior se encuentra un pequeño e interesante museo. Cuesta 3 €. Para hacer un alto en el camino hay un pequeño y acogedor bar.


Fuente:Centre d’interpretació del Cap de Cavalleria (Ajuntamente de Mercadal – Menorca) 

miércoles, 6 de junio de 2018

A TRAVÉS DE LA CORTINILLA 33

Si no fuera porque mi hermano tiene un caserón en las afueras del pueblo y mi novela, HECHICERAS, está ambientada en Alpens, probablemente, no le dedicaría ni dos minutos escribiendo sobre este remoto pueblo apartado de la civilización. 
Alpens pertenece a la provincia de Barcelona y se encuentra a unos 100 kilómetros de la ciudad Condal.
Está situado en el Lluçanés, comarca de Osona.
Aparte de ser un pueblo pequeño, tan solo cuenta con 300 habitantes, muy tranquilo y enclavado entre verdes prados, frondosos bosques y exuberantes montañas, mantiene una tradición centenaria.
El loable oficio de la forja tiene un especial protagonismo en los encuentros anuales de forjadores en el pueblo de Alpens.
El intenso repiqueteo del martillo sobre el yunque y el esfuerzo de una quincena de artesanos, nos hizo rememorar un viejo oficio que como otros muchos, tiende a desaparecer.
Fueron tres días intensos de trabajo en equipo y con la abnegada colaboración de todos los vecinos de Alpens.
Y como cada año, este encuentro tuvo sus frutos con la materialización de diversas obras de mobiliario urbano que embellecerán las calles de Alpens.