LAPONIA FINLANDESA
Si sois amantes a las bajas
temperaturas, a deportes de invierno, a sensaciones fuertes, a la aventura
desenfrenada y a felicitar personalmente las navidades a Santa Claus, aprovechando
estas entrañables fiestas tan adecuadas para huir bien lejos… os propongo hacer
las maletas ahora mismo y viajar a la Laponia Finlandesa, concretamente a
Rovaniemi justo en el borde del Círculo Polar Ártico…
Sí, ya sé que está mucho más
cerca Baqueira Beret, Panticosa, Navacerrada o Sierra Nevada por ejemplo… pero
os garantizo que no es lo mismo. Sin menospreciar a nadie ni a nada, claro...
En los alrededores de
Rovaniemi, en los que vivió o… vive todavía el amigo Yeti, podréis disfrutar de todas
estas actividades:
Cenar en el interior de un
iglú a una temperatura de menos cinco grados.
¿Habéis cenado en alguna
ocasión con guantes peludos…?
Al terminar el cómodo ágape,
saldréis a tomar el aire con una copa de vodka helado... por supuesto, y a
observar, sin que se os congelen las pupilas, la espectacular y única aurora
boreal.
Recorrer el maravilloso
paisaje nevado finlandés, conduciendo vosotros mismos, auténticas motos de
nieve. (Con la probabilidad muy remota…
pero probabilidad de que os rompáis la crisma… pero no hay que pensar en eso…)
Para los menos temerarios,
podréis pasear tranquilamente en trineos tirados por perros huskys o con mansos
renos.
Hablando de renos, también lo
saborearéis. El guiso de reno, está especialmente delicioso, previamente
desastado… evidentemente.
Visitaréis un hotel de hielo.
Todo está helado. Es una visita que hay que realizar en invierno ya que cuando
las temperaturas suben algún grado, no mucho, el edificio se descongela y es mucho
mejor que no os encontréis dentro.
Navegaréis en un rompehielos
por el helado Golfo de Botnia, almorzando un sabroso salmón… fresco.
Y si durante la travesía os
apetece daros un baño, os proporcionarán un atractivo traje de neopreno y flotaréis
como un objeto hinchable no identificado.
Y toda estas frenéticas
actividades las desarrollaréis con soltura y comodidad con un mono térmico
encima de unas adherentes mallas, un gorro de lana, una bufanda y un súper
casco. Dos pares de guantes forrados y dos pares de calcetines de lana, cual de
ellos más gruesos, cubiertos por unas discretas y cómodas botas.
Y para que no se os
identifique, ni se os congelen las orejas ni tampoco el moquillo… un socorrido
pasamontañas de lana.
Una vez os hayáis colocado
encima toda esta ropa, rogad a Santa Claus, que lo tendréis más cerca… a que no
os sorprenda un repentino apretón… No llegaréis a tiempo.
Pero… no toméis nota para ir
corriendo a comprar todo este equipo a Decathlon. Todo ello entra en el pack de
bienvenida… gratis.
Bueno, no hay nada… gratis.
Y como estaréis en Laponia,
no deberíais regresar a casa sin despediros de Santa Claus.
Antes de tomar el avión y muy cerca del aeropuerto, se encuentra Santa Claus Village, “El hogar de Papá Noel”.
El longevo señor Nicolás, os
recibirá en su despacho, después de hacer la correspondiente cola de turistas
que continuamente se agolpan en su acogedora mansión.
Lógicamente está prohibido
hacer fotografías ni videos con el buen “Nico”, claro… el chollo de vender este
entrañable material, se terminaría.
Y si os gusta pasear por los
mercadillos navideños de algunas ciudades europeas, tan de moda ahora, no os
preocupáis. En casa del mágico Nicolás encontraréis inacabables suvenires para
toda la familia.
Todo un despliegue de puro
marketing para satisfacer las necesidades de los más empedernidos compradores
de chorradas navideñas.
Si por algún motivo, queréis desaparecer
estas Navidades del espectro festivo… del pesado de cuñado… de la
sobrinita consentida… de su padre y del tío abuelo…
Si queréis renunciar a ver
los mismos anuncios de televisión que los emiten hasta la saciedad…de sonreír
sin ganas… de las absurdas cenas de empresa y del amigo invisible que ni es
amigo ni mucho menos invisible…
Y si queréis evitar desear “Felices Fiestas” a quién no os importa
que lo sea o no…
No os perdáis este espectacular
viaje a Laponia Finlandesa, donde Cristo perdió el trineo…
Aunque… un servidor,
sinceramente, prefiere el Caribe.
Feliz Navidad
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDzplGob3RS8hUUOhAUyZ4u9IefJjmCWCph1dqCn03HvV9exbjKTEyQh8m04sCPXTBHCBDlGRyXRCjvNJGRGiuo3TWuzc4YLouAFPq1HXU4hx_sUJIDrbS3gfW4Ca0r7h8m_-MEarfzlU/s400/DSC_0085.JPG) |
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