LA VIDA NO SE MIDE POR EL NÚMERO
DE VECES QUE RESPIRAMOS SINO POR
LOS LUGARES E INSTANTES QUE NOS
QUITAN LA RESPIRACIÓN.
He tenido la gran suerte y el enorme privilegio de viajar por medio mundo acompañando a maravillosas personas que junto a todos los rincones tan asombrosos como irrepetibles que he visitado, los llevo muy dentro de mí.
Pablo Neruda dijo en uno de sus poemas algo parecido a esto:“...Algún día en cualquier lugar te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.. “
Ahora, quiero compartir con vosotros, algunos de estos lugares que por las circunstancias que fuesen, felizmente... perdí la respiración.
EL TREN DEL FIN DEL MUNDO
La ciudad argentina de Ushuaia es la más austral del mundo, situada a orillas del Canal de Beagle y capital de la provincia de Tierra del Fuego.
Los indios yámanas fueron los primeros pobladores y bautizaron el lugar como Ushuaia que significa: "bahía que penetra hacia el ponente". Luego, por los años 1800, llegaron 300 misioneros anglicanos para evangelizarlos, como de costumbre...
En 1902, y con el propósito de poblar aquel inhóspito lugar, alguna mente privilegiada, se le ocurrió edificar una prisión que albergara la flor y nata de los delincuentes.
Obviamente el lugar era adecuado, estaba en el fin del mundo. La construcción fue llevada por los propios criminales y llegó a tener cinco pabellones.
En 1909 se construye una vía férrea que enlazaba la prisión con el bosque. En aquella época, la madera era imprescindible para todo. Los presos con un buen comportamiento les invitaban a subirse al tren y talar todos los árboles que encontraban en lo que ahora se denomina, Parque Nacional Tierra de Fuego.
En 1947 el General Perón, clausuró el presidio y el tren dejó de funcionar.
Hoy el Tren del Fin del Mundo, sustituye al originario Tren de los Presos y realiza un recorrido turístico por un paisaje remoto, gélido y agreste del Parque Nacional Tierra de Fuego.
La locomotora a vapor que remolca media docena de vagones, cruza irremediablemente, un enorme cementerio de troncos de árboles que evidencian el paso de aquellos pobres desgraciados que por su ejemplar conducta en el presidio de máxima seguridad de Ushuaia, les recompensaban con devastar el bosque bajo unas condiciones climatológicas extremas.
Desde Ushuaia se puede realizar una excursión en barco al Faro del Fin del Mundo.... Todo, todo en aquel país es el final del recorrido. Más allá no hay nada...
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