Ser o no ser, esa es la cuestión. ¿Qué es más noble para el
alma sufrir los golpes y las flechas de la injusta fortuna o tomar las armas
contra un mar de adversidades y oponiéndose a ella, encontrar el fin? Morir,
dormir… nada más; y con un sueño poder decir que acabamos con el sufrimiento
del corazón y los mil choques que por naturaleza son herencia de la carne…
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